La elección de los productos informáticos de una empresa no puede quedar en manos de la misma persona que decide, por ejemplo, el mobiliario o la compra de productos de oficina. Tiene que ser alguien que realmente entienda los productos que se van a comprar, pero también las necesidades de la empresa.

Cuando la empresa es de tamaño grande, puede tener un departamento especializado en tecnología e informática que tendrán claras cuáles son las necesidades de la empresa y que podrán realizar la compra de artículos como un panel PC industrial o pantallas estancas para zonas de trabajo húmedas. Este departamento hará un listado con todo lo que se precisa y las características exactas de los productos que hay que adquirir y se encargarán de solicitar presupuestos y estudiarlos.

Pero ¿y si la empresa es demasiado pequeña para tener personal especializado? En estos casos se puede optar por diferentes vías. Algunas empresas especializadas en la fabricación de productos tecnológicos cuentan con servicios de pago que consisten en enviar profesionales que harán un estudio de la empresa y de sus necesidades. A partir de aquí, ofrecerán los productos más adecuados para modernizar la empresa y conseguir los mejores resultados.

Estas empresas pueden trabajar de forma libre, realizando su estudio y ofreciendo la mejor opción para la industria que quieren modernizar o, lo más habitual, trabajar bajo presupuesto. La industria dice cuál es el tope que puede invertir en el proceso y a partir de ahí la empresa de tecnología ofrece la mejor solución respetando estos límites.

También puede suceder que no haga falta tanto estudio, sino tan solo renovar aparatos que ya existen cambiándolos por otros más modernos y con mejores prestaciones. En estos casos, muchas industrias contratan un servicio informático que incluye la venta y también el mantenimiento de los equipos. De esta forma, los que suministran los nuevos equipos informáticos también se encargarán de repararlos si presentan problemas y de sustituirlos si no cumplen con lo prometido o vienen defectuosos.

En estos casos, al pago de los equipos se suma una tarifa mensual o anual para realizar estas labores de mantenimiento y que irá aumentando según los equipos cumplan años y puedan necesitar de más trabajo. Esta empresa también ofrecerá sugerencias para ir renovando los equipos de manera escalonada y no tener que volver a cambiar todo a la vez, consiguiendo así comedir el gasto.

Dentro del nuevo proyecto estoy en el equipo que se encarga de negociar con proveedores los equipos de instrumentación para la nueva instalación que está diseñando la empresa para el cliente. Dentro de las áreas en las que he trabajado hasta ahora es una de las que más me gusta porque a nivel personal estoy muy interesado en las nuevas tecnologías y me permite aportar mis conocimientos a la hora de negociar con proveedores.

Hay que tener en cuenta, en este sentido, que los ordenadores industriales a medida tienen muchos puntos en común con los ordenadores domésticos o con los que se pueda trabajar en una oficina, pero también algunas diferencias. Por ejemplo, la potencia del procesador no suele ser un elemento decisivo en la mayor parte de los casos. No se trata tanto de que los ordenadores sean potentes, sino eficientes y, sobre todo, duraderos.

Y este es otro aspecto que marca la diferencia: el nivel de estrés que puede soportar un ordenador en una oficina es bastante limitado más allá de que tiene que estar encendido durante muchas horas. Pero a nivel ambiental no suelen producirse grandes alteraciones y la temperatura, por ejemplo, varía muy poco. En un entorno industrial, por su parte, estas condiciones ambientales pueden ser muy delicadas y exigir mucho más a los componentes de los ordenadores.

Por ello, los ordenadores industriales a medida suelen ofrecer unas capacidades extras a nivel de protección ante elementos como la corrosión, la presión, las variaciones de temperatura o la presencia de líquidos. Además, el uso que se hace de muchos de ellos es muy intenso por lo que los componentes deben estar preparados para ello.

Todos estos aspectos son decisivos para nosotros a la hora de elegir un proveedor para nuestro próximo proyecto. Por la experiencia que tengo hasta ahora debo decir que estoy muy satisfecho del grado de profesionalidad de la mayoría de empresas que trabajan en este sector. Lo difícil no es, por tanto, encontrar una firma que ofrezca lo que buscamos, sino saber seleccionar la adecuada entre tantas buenas empresas.