Yo siempre he sido de esas personas que prefieren dejar las casas tal como están. Casi hasta prefería dejarlas con el ladrillo visto, sin pintar, como esas típicas casas de Nueva York. Supongo que siempre ha sido por una cierta sensación de no permanente, como si ninguna casa mereciera ser decorada ya que ninguna es mía por vivir de alquiler. Pero, al final, he comprendido la importancia que tiene que el sitio en el que vives se parezca un poco a ti para que al entrar en casa te sientas en un hogar.

Fue un día que vino mi hermana a visitarme cuando me di cuenta que no podía seguir así. Le gustó mi nueva casa pero notó lo que notaba en todas, que le faltaba algo de vida, algo de mí. Y poco tiempo después recibí un inesperado paquete en casa. Normalmente se manda ropa, libros, comida, etc. Pero aquel día recibí una planta. Luego me enteré de que mi hermana había hecho uso de un servicio de Plantas online a domicilio Vigo. Y no sería la última vez que oiría hablar de él.

¿Y qué iba a hacer yo con una planta? Nunca había tenido que cuidar una planta y tampoco es que me pareciese un ‘rollo’ muy interesante. Pero mi hermana creyó que necesitaba una planta y, por lo menos, tenía que intentarlo. Así que leí las instrucciones y me animé pensando en que, por lo menos, sería más sencillo de cuidar que un perro.

Coloqué la planta en el despacho en un lugar iluminado pero que tampoco recibiera luz directa tal y como indican las instrucciones y me dediqué a lo mío. Pero, curiosamente, con el paso de los días miraba más y más la planta y más acercaba a ver qué tal iba de agua. E incluso medía a ver si crecía algo. En poco tiempo se convirtió en mi compañera de trabajo. Y, por supuesto, terminé encargando más Plantas online a domicilio Vigo. Da igual que esta no sea mi casa, mi hogar necesita un poco más de vida, y las plantas son un buen comienzo.