Tu propaganda, a la altura de la era digital
Un pendrive propaganda es más que un regalo promocional más, es toda una declaración de principios ya que indica que quién lo regala conoce bien a sus clientes y qué es lo que actualmente desean. Hoy, los regalos relacionados con la era digital son los más jugosos y los que más posibilidades ofrecen de que un cliente pueda comprar un producto en lugar de otro solo por llevarse la promoción. Y los lápices de memoria son un buen ejemplo de esto que estamos comentando.
Hoy, estos pendrives se utilizan para todo, para guardar música, películas, imágenes y también para trabajar. En un pen de memoria pueden guardarse muchos archivos diferentes dependiendo de su capacidad y hoy es fácil encontrar lápices de pequeño tamaño con una capacidad similar a la de cualquier disco duro de portátil u ordenador de mesa del mercado, por ejemplo, de un Tera. No obstante, los más usados son los que tienen una capacidad de entre 16 y 64 Mb.
Si antes las radios de los coches tenían un lector para CD, hoy tienen una entrada de USB para que se pueda pinchar uno de estos pendrives y que suele la música que previamente se ha seleccionado en casa. Si antes un CD podía proporcionar hora y media de música en el mejor de los casos, ahora con un pen se pueden escuchar horas y horas de canciones, por lo que una vez realizada la selección se pincha y no es necesario cambiarlo en mucho tiempo.
En casa, los pendrive se utilizan para almacenar todo tipo de datos y para realizar copias de seguridad con las que manejarse en el día a día. Mientras que la información original está a salvo en un disco duro que no se mueve de casa, con la copia salimos, se comparte con los amigos e incluso se descargan copias en otros ordenadores.
Con tantas utilidades, es más fácil entender por qué cualquier cliente puede sentirse atraído por este regalo comercial, pudiendo marcar la diferencia entre comprar un producto u otro, especialmente cuando no se conoce el artículo y, por tanto, no se tiene constancia de sus propiedades. Es una buena manera de animar a la gente a probarlo y que luego puedan repetir la compra ya no por un regalo, sino porque realmente están convencidos de que es una buena alternativa a otros productos similares.