De todos los componentes que influyen en el precio de una vivienda, la decoración es uno de los más infravalorados. Esta tiene el poder de acrecentar el precio de cualquier inmueble en el momento de su tasación, como vienen demostrando diversos estudios. Con independencia de que el propietario decida conservar la vivienda o disponerla para su venta, contratar a una Empresa de interiorismo vigo es una decisión beneficiosa en muchos sentidos.

 

No obstante, previamente a este paso, los interesados determinarán el estilo ideal para su vivienda. A decir verdad, este puede ser definido por el profesional o empresa de decoración en cuestión, pero idealmente serán los propietarios quienes tomen esta decisión y quienes, en cualquier caso, tengan la última palabra. 

 

La elección del estilo —rústico, minimalista, vintage, colonial, etcétera— repercutirá en el material de suelos y paredes, las telas de la tapicería y otros apartados de especial interés. Por esta razón, se recomienda meditar esta decisión y no dejarse influir por las tendencias del momento. La televisión y las revistas viven de la novedad, de la primicia, y sus sugerencias no siempre se ajustarán a las necesidades reales del propietario, más interesado en una estética funcional, adaptable a su presupuesto y agradable de acuerdo con sus gustos y afinidades, no siempre coincidentes con los del experto en decoración.

 

El punto anterior conducirá al siguiente paso: la iluminación y la paleta de colores, que necesariamente deberá armonizar entre sí, para no generar estridencias, ni transmitir una imagen heterogénea e inconexa. Las paredes y las ventanas no tienen aquí la última palabra; también los espejos influyen en el resultado general y deben considerarse seriamente.

 

El elemento artístico —cuadros, esculturas, tapices y otras piezas— puede ocupar un lugar protagonista en determinadas estancias, y por ello los decoradores lo tendrán en cuenta, pues afectará a la distribución espacial, la selección de colores y texturas y otros pormenores.