Viajar con niños pequeños, más fácil en caravana
Viajar con niños en vacaciones puede llegar a ser una auténtica odisea. Sobre todo si son pequeños, ya que sus requerimientos pueden hacer muy complicado el trazar una ruta y cumplir unos horarios, por ejemplo los de llegada a un alojamiento o, todavía más complicado, los de salida del mismo.
Los niños pueden volverse irritables tras varias horas en la carretera y comenzar a llorar, a pedir para ir al baño o, cuando son muy pequeños, necesitar cambiarse en el momento más inoportuno, cuando no hay cerca ninguna cafetería apropiada.
Por eso, muchas familias optan por una caravana de segunda mano para iniciarse en los viajes con los pequeños de la casa. Cuando se viaja con uno o dos niños pequeños, lo más adecuado es comprar una caravana con dos espacios, que permita tener una habitación siempre disponible. Y que esta sea suficientemente cómoda. Por ejemplo, con una cama grande en la que dormir uno de los padres con los pequeños y otra en altillo para el segundo adulto.
Esto permite que si los niños necesitan descansar, por ejemplo, solo haya que detener la caravana en un área de servicio, darles su merienda y dejar que duerman una pequeña siesta en la cama antes de avanzar. Como no hay que convertir la caravana, al tener dos ambientes, mientras los niños duermen los mayores pueden usar la zona de estar para comer algo, ver la tele o, simplemente, planificar el resto de la ruta.
Otra de las ventajas de estas caravanas es que a la hora de dormir, toda la familia puede compartir un mismo cuarto, algo que no permiten en muchos hoteles en los que solo puede dormir un niño en la habitación de los adultos, viéndose obligados o bien a alquilar una suite familiar o bien a alquilar dos habitaciones y dormir de manera separada. Al final, el resultado será que se gastará más dinero para acabar amontonados todos en una sola cama de matrimonio.
El motivo de que la caravana sea de segunda mano es muy sencillo, la inversión será mucho menor y una vez que los niños crezcan, si se desea continuar viajando en caravana, se puede vender este modelo de dos ambientes y cambiarlo por una más grande, con tres ambiente, de modo que los niños tengan un cuarto y los adultos su habitación propia, con una mayor intimidad para todos y el máximo de comodidad.