Publicado por paco el

UNA PANDEMIA EN LA TERRAZA

No hay nada como disponer de una terraza privada en tu propia casa y en los días del confinamiento se ha demostrado. Cualquier piso con una pequeña terraza se ha revalorizado porque disponer de tu propio espacio de aire libre se ha convertido en un lujo más.

Por fortuna en mi casa disponemos de unas cuantas terrazas, alejadas de miradas ajenas a las cuales no les interesa en absoluto lo que allí está pasando. Pero el problema es que se les han roto los cojines de las sillas que tenemos en la terraza, y para poder cambiarlos le aconsejé a mi madre que buscase en internet ezpeleta cojines, donde podrán encontrar una gran variedad de cojines para las sillas de la terraza y así poder sentarnos con comodidad.

Durante el confinamiento por lo menos podía salir a disfrutar de un poco de aire fresco y no pasarme todo el día encerrado en casa viendo la tele o viendo series en el ordenador. A decir verdad ver la televisión en esa época no era nada esperanzador ya que solamente nos ponían en lo peor y no creo que estar pensando en lo mismo todo el día fuese saludable. Muchos días, en lugar de ver la televisión para deprimirme prefería dormir el máximo tiempo que pudiese, porque de esa forma no pensaba en lo que estaba sucediendo. Y además durante la pandemia los políticos han conseguido lo imposible, que consiguiesen ponernos a todos de acuerdo de que los políticos de este país no merecen estar ahí.

Teniendo una terraza durante el confinamiento ya era bueno, pero si además disponías de una piscina para poder bañarte eras todo un privilegiado, el cual yo no era pero me hubiese gustado bastante porque negarlo.

 

Cuando las autoridades empezaron a dejarnos salir a la calle a pasear durante unas franjas de tiempo, personalmente muchos días no salía porque ya llevaba todo el día al aire libre en la terraza de mi casa. Y además por la calle había días en los que había demasiada gente por la calle y era complicado lo de mantener la distancia de seguridad.