El otro día mientras veía la tele salía una noticia sobre el aeropuerto de santiago de compostela y en una de las paredes ponía algo como en el parking low cost santiago de compostela te saldrá más barato que pensar tu destino turístico. Me pareció un eslogan bastante curioso a la par que gracioso. 

Hace ya bastante tiempo que no voy al aeropuerto de santiago de compostela, más que nada porque en mi ciudad ya tenemos un aeropuerto y cuando tengo que coger un avión  ya voy al que tengo más cerca de casa. Aunque casi nunca viajo ni en avión ni en nada, viajar es algo que a mucha gente les encanta pero yo tengo el problema de la comida y no es que me haga especial gracia salir de mi zona de confort para probar comidas nuevas que seguramente no me vayan a gustar. 

El último viaje en avión que hice lo hice con unos amigos a Amsterdam hace ya once años, y en ese viaje sobreviví gracias a la pizza y a las patatas fritas que me pedía todos los días. Cuando nos acercabamos a las zonas de comer, empezaba a oler unos olores de especias demasiado fuertes y ya ni quería entrar en los establecimientos. La comida acabé comprando en los puestos callejeros que me daban más confianza porque veía lo que hacían. Lo que no me aventuré a probar ni de broma fueron los arenques en vinagre que son muy populares en algunos puestos callejeros. Algunos de mis amigos los probaron y tampoco es que les hubiesen gustado demasiado. Salvo por el detalle de la comida en ese viaje nos lo pasamos muy bien y nos reímos mucho, pero el mayor problema es que uno de los que venía en el viaje estaba mal de una rodilla y no pudimos alquilar bicicletas por lo que no nos quedó más remedio que ir andando a todas partes, nunca había andado tanto en llano. Mis pies y piernas están acostumbrados a las cuestas de mi ciudad y andar tanto tiempo en llano me estaba destrozando los talones de los pies.