Un mirador para envejecer tranquilo
Cuando hace unos días acudí al médico me encontré con esta frase: “si a tu edad no te duele algo es que estás muerto”. A mí me hizo mucha gracia pero la comenté con algunas personas de más edad que yo y pusieron el grito en el cielo; les resultó tétrico y muy ofensivo. Pero lo peor de la frase no es eso, lo peor es que es verdad.
Llega un momento en la vida en la que empiezas a darte cuenta del paso del tiempo, de que la denominada ‘juventud’ ya ha pasado y que estás en otra fase, en la fase de comprarte un sillon relax y ver la vida pasar desde el mirador de tu casa. Bueno, tal vez estoy exagerando un poco, menos en lo del sillón…
Si la publicidad sirve de termómetro social, una forma de conocer los deseos y las modas sociales, no cabe duda de que estamos en un momento en el que nadie se cree viejo. ¿Alguna vez has escuchado a alguna persona de 70 años decir ‘me siento joven’ o ‘la juventud es un estado mental’ y todo eso? Yo creo que el problema de todas estos mantras de autoayuda están en que nadie acepta la realidad de la vejez, en que casi nadie dice: ‘soy viejo, sí, pero soy feliz’.
Cuando escucho a una persona de una edad considerable declararse ‘joven’ o que ‘se siente más joven que nunca’ no puedo evitar pensar en el autoengaño, y que me perdonen, pero es lo que pienso. Son personas que se enfadan cuando alguien les cede un asiento en el metro o que no entienden el sentido del humor de la frase del médico que cité más arriba.
Creo que a nivel social, la vejez se asocia a la decadencia, a una especie de peste que se puede evitar. Pero no, amigos, la vejez ni es una peste, ni se puede evitar… a no ser que estés muerto, como diría mi amiga la doctora.
Yo me iré preparando para la llegada de la vejez con mi sillon relax, que ya llama a mi puerta. Y espero poder sentirme orgulloso de mi edad sin caer en el autoengaño de creer que siempre voy a tener 18 años…