Tiempo de viaje
Pocas sensaciones más gratas conozco que estar de viaje. Por supuesto, me refiero a los viajes de placer, no de trabajo. En estos últimos, el tiempo transcurre de otra manera porque hay que cumplir un objetivo específico. Y aunque cuando se trata de viajes de trabajo, en ocasiones tenemos un poco de tiempo para ‘hacer turismo’, no es lo mismo: uno va con el chip de trabajar y es difícil disfrutar de un destino así.
Pero con los viajes de placer el tiempo transcurre de otra manera. De hecho, a veces es hasta más rápido de lo normal: uno está tan entretenido disfrutando, que el tiempo pasa volando. Cuando fui con mi novia hace unas semanas a Galicia, volvimos a sentir el placer de viajar después de varios meses duros. Y es que teníamos planteado un viaje para la primavera a Tailandia que hubo que cancelar por razones obvias.
Desde luego, Tailandia no es Galicia, pero cuando se trata de viajar, el destino no tiene tanta importancia como parece, lo que cuenta es el viaje, el trayecto. Recuerdo a mi novia en el muelle preguntando cuanto tarda barco vigo islas cies. Estábamos a punto de embarcarnos rumbo a esas islas de las que nos habían hablado maravillas, pero nosotros todavía estábamos un poco decepcionados por no poder haber hecho nuestro viaje al otro lado del mundo. Pero en cuanto nos subimos al barco, todo cambió: sería la brisa, el olor a mar, o aquellas islas que asomaban en el horizonte… O todo a la vez: volvimos a sentir el placer de viajar, de estar fuera de casa descubriendo un nuevo destino.
Poco importa cuanto tarda barco Vigo islas cies en esta situación. A nosotros nos pasó volando porque fue casi como un trance: después de tanto tiempo encerrados y con tantas decepciones, era el soplo de aire fresco que necesitábamos. La estancia en aquellas islas mágicas nos sacó de la rutina y pudimos volver a ver el porvenir con una mejor cara: seguiremos viajando a donde nos dejen, aunque sea a la vuelta de la esquina.