Nunca he tenido un seguro médico privado y desconozco su funcionamiento. Me pierdo en todos esos contratos con millones de clausulas que se supone que nunca van a aplicarse… hasta que se aplican. Las empresas que ofrecen seguros médicos son eso, empresas, y como tales buscan ante todo rentabilidad. El problema es que esas empresas tratan con algo tan delicado como la vida y la muerte.

Cuando a una persona le dan la noticia de que padece cáncer surgen emociones contradictorias y de difícil control. Por eso, lo más adecuado es contar con personas cercanas que sean capaces de mantener el sentido común en situaciones difíciles. Así sucedió con una amiga que notó cancer cervical sintomas y luego nos contó su historia. Tenía la suerte de tener un amigo ginecólogo que con el que se puso en contacto en cuanto notó los primeros síntomas. Pero luego le surgió la duda de si tratar su problema con su seguro privado o con la Seguridad Social. Esta duda es la que tienen muchas personas a la hora de afrontar enfermedades tan importantes como el cáncer.

¿Y qué podemos hacer? Como he dicho más arriba, yo no conozco directamente los seguros privados, solo a través de gente que lo tiene. Las experiencias que relatan son muy variadas, lo mismo que en la Seguridad Social. Una queja muy habitual entre los usuarios de sistema público de salud son los plazos: la visita a un especialista puede demorarse meses y meses, si no hay una sospecha clara de que se trata de algo grave. No obstante, con enfermedades como el cáncer, la cosa parece funcionar un poco mejor.

La mujer que notó cancer cervical síntomas se decidió por la Seguridad Social a pesar de tener seguro privado porque recibió de primera mano muchas recomendaciones para acudir a un hospital público. Y no se arrepintió. Pero otras personas tratan sus enfermedades graves con el seguro privado y también están satisfechas, así que lo que hay que valorar, entiendo, es cada caso concreto antes de tomar una decisión, y siempre pensando en lo mejor para el paciente.