Siempre que voy a un supermercado y paso por la sección de los lácteos me acuerdo de la fábrica de larsa que había en mi ciudad. Hace ya bastantes años de eso, pero si no recuerdo mal la fábrica estaba justo enfrente del estadio de fútbol de mi ciudad. En mi colegio había unos hermanos que eran nietos de los antiguos dueños de la fábrica de larsa, y mi madre siempre contaba la historia de que la madre de estos niños iba a buscar los yogures que ya no se podían vender por tener la fecha de consumo caducada pero que estaban perfectamente para consumir. Y eso lo sé por experiencia, he comido un montón de yogures a los que se le había pasado la fecha de caducidad y nunca me ha pasado nada. Hoy en día no tengo ni la más remota idea de dónde está la nueva fábrica de larsa, pero tengo que decir que eso me da bastante igual, pero sí que me importa que mantengan los mismos sabores de siempre porque he de decir que sigo consumiendo sus productos aunque su fábrica ya no esté en mi ciudad. En ese sentido tengo que decir que han cumplido, los sabores de sus productos son los mismos que han tenido desde que fui un niño hasta ahora y eso me gusta. Personalmente no soy una persona que se aventure a probar cosas nuevas y por eso me gusta que las cosas que llevo comiendo durante años se mantengan igual que han estado siempre. A mucha gente les encanta poder probar cosas nuevas constantemente, pero la experiencia me ha demostrado que eso no es del todo bueno, puede haber cosas que les gusten pero la gran mayoría de las cosas que vayan a probar no les van a gustar por eso creo que se equivocan al probar cosas nuevas.

 

Personalmente soy de la opinión de que es mejor quedarse con unos pocos productos que intentar abarcar todos los productos que hay en el mercado. Yo sigo tomando los mismos productos que cuando tenía diez años y no creo que eso vaya a cambiar.