¿Pueden las hemorroides causar cáncer?
Es una pregunta frecuente en las personas que padecen de hemorroides y que tienen miedo a que estos problemas recurrentes puedan acabar degenerando en algo más grave. Lo cierto es que son dos problemas totalmente diferentes y que no están en absoluto relacionados. Las hemorroides son un problema en las venas de la zona del ano, que se obstruyen y se inflaman. Para entendernos, podríamos decir que es algo muy similar a las típicas varices de las piernas. El cáncer, es un problema a nivel celular mucho más grave y complejo.
No obstante, hay síntomas que coinciden y es necesario acudir al médico para que determine si se puede estar ante un cancer de ano o hemorroides, o incluso ante otro problema totalmente diferente a estos dos. Estos síntomas son las molestias en la zona anal, sobre todo a la hora de defecar y la presencia de sangre en las heces. Cuando se detecta sangre en las heces siempre hay que acudir al médico ya que esta puede tener orígenes muy diferentes.
Muchos pacientes sienten pudor a la hora de consultar al médico sobre problemas en la zona del ano, pero los doctores no solo están acostumbrados a esto, sino que incluso hay especialistas en el tema: los proctólogos. Estos doctores pueden realizar diferentes exámenes para determinar cuál es el problema en la zona. La prueba más frecuente y la más completa es la exploración seguida de una colonoscopia, que no solo va a decirnos qué puede suceder en la zona del ano, sino también en el colon ya que algunos sangrados pueden tener su origen en esta parte del intestino.
Si el resultado de la prueba es que el paciente padece de hemorroides hay que buscar una solución. Hasta ahora, las técnicas de cirugía tenían muy mala fama, sobre todo por el post operatorio muy complicado. Pero actualmente existen muchas técnicas alternativas, como puede ser la crionización, que ofrecen un gran resultado y que no son tan invasivas.
Si por el contrario se encuentran pruebas de un cáncer, hay que comenzar a tratarlo cuanto antes ya que el tratamiento del cáncer en sus estados iniciales es la mejor garantía de éxito. Si el cáncer todavía está comenzando hay muchas maneras de combatirlo de forma efectiva, sin tener que recurrir a cirugías muy invasivas y que pueden tener consecuencias negativas de por vida para el paciente.