Primavera y caída de pelo en gatos
Todos los que tienen gatos en interior saben que la primavera es una etapa complicada ya que estos animales cambian el pelaje de invierno, mucho más denso y abundante, por el de verano, más ligero y fresco. No todas las razas de gato pierden el pelo en igual cantidad, pero todos pasan por esta etapa. Y esto suele volver locos a los dueños, ya que el pelo es un problema para mantener limpio el hogar.
Para empezar, hay que entender que esta pérdida de pelo es normal en este momento del año. Si se produjera en otro momento habría que pensar en una visita al veterinario para descartar cualquier problema grave y darle al animal Suplementos para gatos para evitar que se produzca la caída. Pero en primavera, las medidas a tomar son otras.
La mejor medida a tomar son los cepillados frecuentes, a ser posible a diario. Es la mejor manera de que el pelo que se está cayendo o que ya se ha caído pero que continúa en el pelaje, se desprenda y lo haga de manera controlada. Normalmente, a los gatos les gusta que los cepillen y no tienen problema en colaborar con esto. Pero no todos están de acuerdo con la forma de hacerlo. Unos preferirán los cepillos de púas de acero que retiran mucho pelo. Otros los guantes con dientes plásticos, más suaves. Incluso los hay que adoran los cepillos con depósito de agua, que mojan ligeramente el pelaje y evitan así que el pelo más fino vuele.
Si tu gato es reticente al cepillado, prueba diferentes sistemas y siempre trata de que se lo tome como un juego o un mimo. Es preferible acostumbrar al minino al cepillado desde pequeño y hacerlo siempre, no solo en primavera.
Suplementos como el Omega 3 son también muy adecuados para que el pelo se fortalezca y se ponga muy brillante. Pero esto es bueno todo el año y no solo cuando se produce la muda. Este tipo de suplementos los hay en numerosas presentaciones. Algunos incluso se mezclan con la comida húmeda para que sea mucho más fácil su administración. Otros, son chuches apetitosas que los gatos devoran sin problema.
Por último, no olvides aspirar a diario sus camitas y sitios favoritos para tumbarse, como los estantes de su árbol. Ahí se suele acumular mucho pelo que, de no limpiarse, acaba volando por toda la casa y cayendo en muebles, ropa y hasta en la comida.