¿No os pasa a vosotros que a veces minusvaloramos lo que tenemos más cerca? Vivo en un barrio del extrarradio de la ciudad y para la mayoría de compras especiales solemos bajar al centro. Ya sea para comprar ropa o productos específicos tomamos el metro y vamos al centro, como hace la mayoría de la gente. Pero una nueva tendencia empieza a consolidarse entre muchas personas que viven en grandes ciudades: tratar de comprarlo todo en el barrio.

Algunos los llaman ‘hacer barrio’ que viene a querer decir que somos los habitantes del barrio los principales responsables de que el barrio florezca, también desde un punto de vista laboral y de empleo. Por ejemplo, debajo de mi casa, hay una tienda de alimentación que siempre ha pasado un poco desapercibida para mí. Venden productos gourmet y se han especializado en embutidos y quesos, pero también en cervezas artesanales o pan. Además, tiene una máquina de café y tres o cuatro mesas para desayunar, aunque no es específicamente una cafetería.

En realidad, se trata del típico negocio que triunfa en el centro en el que puedes desde Comprar quesos de vaca italianos baratos hasta tomarte un expreso… pero no está en el centro con lo que aquí no viene hipsters ni DJs a pinchar música electrónica mientras los clientes piden longaniza o un pan de hogaza de La Bañeza.

Así que como yo también quería ‘hacer barrio’ un día decidí entrar en la tienda y tomarme un café. Encontré un lugar muy bien cuidado y con mucho detalle. La pareja que lo gestiona es muy amable y se ve que saben cuidar a los clientes. Desde luego, no es el sitio más barato del barrio. Es normal, no pueden competir con los supermercados o las grandes superficies, aunque tampoco lo intentan. Tratan de encontrar su sitio como pequeña tienda de barrio.

El primer día decidí Comprar quesos de vaca italianos baratos y llevarme también una selección de cervezas artesanales, ya que soy gran fan de esta bebida. Todo un acierto. Y es que no hace falta bajar al centro para tantas cosas como creía.