La comida italiana y yo
Ahora que todo el mundo es gourmet yo también he afinado mis gustos y mis habilidades culinarias. Y aunque trato de ser lo más cosmopolita que puedo y probar todo tipo de comida internacional sigo sintiendo una debilidad especial por la comida italiana. No se puede decir que sea la más sana del mundo ni que sea la que más de moda esté, pero es mi preferida.
El otro día leí una noticia en la que se afirmaba que en Italia hay menos cantidad de obesos que en España. Supongo que se trataría de un estudio serio, pero debo decir que lo comenté con gente que dudaba de la veracidad del mismo. ¿Cómo pueden estar menos gordos que aquí si comen tanta pasta?, es lo que muchos piensan. Pero la cuestión no está en la pasta, sino en todo lo que la rodea.
Yo me he intentado italianizar a la hora de preparar pasta. Tengo algunas recetas interesantes como mis ñoquis en salsa, para la que uso mantequilla en barra, limón, brócoli y jengibre. Se trata de una mezcla un poco rara que empecé a hacer por error (recordé mal una receta que había visto por internet), pero luego resultó toda una delicia. Lo que demuestra que, a veces, en la cocina se trata de probar y no solo de seguir lo que todo el mundo hace.
Pero para cocinar como los italianos, lo primero es dejar la pasta al dente, algo no tan habitual aquí. La pasta debe estar un poco dura y una vez que te acostumbras, sin duda, lo prefieres así porque, además de esta forma se come menos… y ese es uno de los secretos.
Otro tema un poco conflictivo para alguien como yo es el pan. Me gusta mucho el pan, pero si comemos un plato de pasta con pan es como comer dos veces pan o dos veces pasta. Me acostumbré a comer pasta sin mi querido pan y las calorías bajan considerablemente.
Ahora me tomo mis ñoquis con salsa de mantequilla en barra, limón y demás sin nada de pan ni nada de postre, pero siempre con ensalada para completar el aporte dietético, tal y como lo hacen muchos italianos.