Haciendo un hogar con estores
Francisco acababa de mudarse a su nueva casa y estaba decidido a hacerla sentir como suya. Había oído hablar de las persianas a medida a un amigo suyo y decidió probarlas.
Fue de compras por la ciudad hasta que encontró la tienda perfecta especializada en persianas a medida. Hojeó la selección de telas e imágenes disponibles hasta que finalmente se decidió por una que encajaba perfectamente con el aspecto de su habitación.
Francisco encargó los estores personalizados enseguida, sabiendo que llegarían en cualquier momento. Mientras esperaba a que llegaran, Francisco empezó a pensar en lo increíble que sería cuando llegaran, ya que iban a ser completamente únicos en comparación con todos los demás tipos de revestimientos para ventanas que había por ahí.
Cuando llegó el día en que llegó el pedido de Francisco, no pudo contener su emoción mientras esperaba ansiosamente junto a la puerta durante lo que parecieron horas ¡hasta que por fin aparecieron! En cuanto se fue el repartidor, Francisco abrió rápidamente la caja que contenía sus nuevas persianas a medida y las instaló él mismo con facilidad gracias a su tamaño recortado según las medidas dadas de antemano. Después de contemplar admirado esta obra de arte colgada delante de él -que sólo le llevó unos minutos teniendo en cuenta su sencillo proceso de instalación-, Francisco supo que ¡ningún otro tratamiento de ventanas podría compararse!