Publicado por paco el

¿Cuándo se dejan notar los resultados de una intervención estética?

Cuando alguien piensa en realizarse una operación de cirugía estética con frecuencia se imagina que va a ser despertar poco a poco de la anestesia y verse cambiado. Pero lo habitual es que no sea así. Para empezar, la mayoría de las intervenciones, actualmente se realizan con cirugía local y una ligera sedación, por tanto no se despierta de una anestesia, todo es más natural.

En segundo lugar, los resultados de una operación de cirugía estética no suelen verse realmente hasta pasado algún tiempo. Todo depende del tipo de intervención que se haga.

Por ejemplo, los resultados liposucción en parte sí se ven al momento. La persona que se realiza la liposucción puede ver que ha perdido volumen, pero el cuerpo tiene que readaptarse. Cuanta más grasa se haya retirado, más días tardará en verse el resultado definitivo.

Normalmente, la zona se hincha ligeramente debido a los cortes y la acción de la cánula que absorbe el tejido adiposo. Y además, la piel tiene que volver a tensarse bien sobre la carne. Por eso, se recomienda que en los días posteriores a la intervención se usen vendajes compresores, por ejemplo, si la liposucción ha sido en los muslos medias compresoras.

Y también se recomienda acudir a realizarse masajes linfáticos y drenantes que ayuden a eliminar los edemas y la grasa que pueda haber quedado. De hecho, el resultado definitivo no se verá hasta que hayan pasado un par de meses desde la intervención aunque desde el primer momento se notarán cambios.

Tras una rinoplastia lo normal es que se tarde una semana en retirar las férulas del interior de la nariz y, si procede, la escayola. Tras eso, la nariz estará muy hinchada y aunque se pueden ver cambios, no tendrá nada que ver con la nariz definitiva.

Muchos pacientes, al ver su nueva nariz, se sienten defraudados y creen que está mal, sin embargo los médicos aconsejan esperar al menos un año para ver como evoluciona y poder saber cuál será su aspecto definitivo.

Esto es algo que siempre se advierte al paciente antes de operarse y no se suelen dar plazos exactos porque todo depende del paciente, de su capacidad de recuperación y también del tipo de operación que haya tenido que realizarse. Sabiéndolo de ante mano, se evitan sensaciones de frustración y la sensación de que la operación ha salido mal.