Cambios en el jardín
Lo lógico hubiera sido hacer los cambios antes del verano, pero como se dice coloquialmente, nos cogió el toro. Llevamos un retraso acumulado desde hace ya meses y no nos fue posible abordar la reforma de la terraza como estaba planteado. Primero por una cuestión económica ya que debíamos hacer cálculos una vez terminado el verano para ver en qué situación nos encontrábamos. Y después, por una cuestión de tiempo ya que se nos echó encima el buen tiempo encima y ya no era tiempo de reformas ya que la terraza es uno de los lugares que, lógicamente, más se usa en verano.
Así las cosas, decidimos que a partir de septiembre era la mejor época para hacer los cambios incluyendo un nuevo conjunto muebles terraza. Con la llegada del mal tiempo ya no tendríamos prisa por acabar, como así ha sido. Hay veces que hay que saber esperar porque si no luego esta clase de cosas salen mal.
Y es que ya tenemos bastante experiencia en reformas y sabemos que hay que llevarlas con tiento. Lo primero es saber exactamente lo que uno quiere, algo que no es tan sencillo. Puedes estar seguro de que no estás a gusto con la estancia a reformas, pero quizás no tengas del todo claro cómo lo quieres dejar. Con nuestra terraza pasaba algo así, y por eso estuvimos un tiempo mirando opciones y consultando con un conocido nuestro que trabaja en el sector. Nos ofreció algunas alternativas sin compromiso y, partiendo de ahí, se nos hizo más fácil organizar la futura reforma.
Lo que también teníamos claro es que queríamos un nuevo conjunto de muebles de terraza. Sería el complemento final que pusiera la guinda a esta zona del jardín. Pero, aunque, más o menos, teníamos claro qué estilo de muebles queríamos, debíamos esperar a tener encaminada la reforma para que cuadrarán con ella. Ya se sabe que no hay que empezar la casa por el tejado y los muebles debían ir al final. Así que toca esperar y hacer las cosas con calma para que el verano que viene todo esté listo.