Aprende a darle forma al séptimo arte
El proceso de realización de una película o de un documental tiene muchas fases. La primera, es la idea. Alguien debe tener claro qué es lo que se quiere contar y qué se quiere hacer y darle una forma que permita realizar el formato elegido. Un guión, por ejemplo, en el caso de las películas. Aquí pueden intervenir muchas personas, quizás la idea inicial sea de una persona, pero el guión de otro equipo. O todo se base en un libro previamente escrito.
Tras esto, llegan otros muchos trabajos como encontrar los mejores lugares para crear la historia, recrear los paisajes o los interiores que se buscan y conseguir que los actores y actrices más capacitados participen en el trabajo. Se crea el vestuario, se idean los maquillajes y se consiguen las mejores iluminaciones para que el director pueda grabar una obra fiel a su idea. Muchos no saben que cuando se realiza una película las tomas no se hacen ordenadas, sino que se van filmando según las diferentes necesidades. Por ejemplo, todo lo que sucede en un mismo lugar se rodará a un tiempo, aunque suceda en diferentes momentos de la película.
Al final, se tendrá una gran cantidad de película y llegará el momento de descartar tomas, de ordenar las imágenes y darle forma a la historia. Es lo que se conoce como proceso de montaje. Ocuparse de este trabajo es realmente apasionante porque será lo que finalmente, determine qué es lo que el espectador va a ver en la pantalla. Por eso, los directores buscan a los mejores profesionales que sean capaces de plasmar lo que quieren dar a entender de una manera fiel y conforme a sus líneas artísticas.
Si tu vocación fuese la de dar forma a las películas que se verán en los cines de todo el mundo, un Master en Montaje y Postproducción en Madrid sería el primer paso para conseguir abrirse camino en este complicado mundillo. Con una formación de gran nivel y conociendo de primera mano todos los trucos para lograr los mejores trabajos, será mucho más fácil conseguir una oportunidad en un mundo complicado y difícil como es el del cine.
Un máster que no solo muestre la parte teórica, sino también la práctica, es el inicio de una carrera que, seguramente, resulte muy artística y gratificante en el mundo del séptimo arte.