Tres trucos para montar nata líquida con éxito
Si quieres montar nata liquida con éxito el primer truco está en elegir la nata correcta. Muchas de las natas líquidas que se venden en el supermercado son para cocinar y tienen un porcentaje de grasa muy inferior al necesario para conseguir nata montada. En el envase informarán de si la nata sirve para montar, así que debemos de elegir aquella que ponga, de manera explícita, que es válida para este fin. Existen natas para montar bajas en grasa, pero en cualquier caso indicarán en el envase que están pensadas para este uso.
Seguro que más de una vez te han dicho que la nata para montar debe de estar muy fría. Pero tal vez cometas el error de volcar la nata en un recipiente que no lo está antes de batirla. Si haces esto, la temperatura de la nata va a descender notablemente, por eso se recomienda que cojas la nata, la pongas en un recipiente, cubras con un plástico de cocina para evitar transferencias de sabores, y lo guardes en la nevera hasta que esté muy frío. Cuando todo alcance la temperatura debida será el momento de batir la nata para que monte.
El último consejo es que batas la nata con varillas, ya que estas dejarán que pase el aire y le darán una textura muy diferente y especial que no vas a conseguir igual con una batidora de mano tradicional. Las varillas conseguirán que la nata quede esponjosa y deliciosa tal y como te gusta. Y esto lo conseguirás todavía mejor si bates poca cantidad de nata de cada vez. Es decir, si quieres batir un litro de nata es mejor que lo hagas en cuatro veces en lugar de solo en una y así lograrás un resultado mucho mejor.
Ahora ya sabes cuáles son los tres trucos perfectos para montar la nata, no tienes excusa para no hacerlo tú mismo en casa ya que es muy sencillo y la nata montada en el momento es bastante más rica que la que viene en espray. Además, podrás usarla para todo tipo de postres o para servir unos espectaculares cafés a tus invitados. Pero un truco muy bueno y muy sencillo es comprar una placa de hojaldre, hacerla al horno y, una vez fría, crear milhojas de nata en cuestión de pocos minutos. Caseras, deliciosas y tan fáciles de hacer que te parecerá mentira.