5 ocasiones en las que pagar por un parking es lo mejor
- Cuando se acude a una ciudad que no se conoce. ¿Merece la pena perder el tiempo buscando en dónde aparcar? Realmente no, además se corre el riesgo de dejar el coche en un lugar poco adecuado. Si se va a una ciudad turística, esto todavía es más evidente. Dejar el coche en un parking Malaga, por ejemplo, puede ser mucho más económico que hacerlo en una zona azul durante horas y horas con el riesgo de olvidarnos de renovar el ticket y tener que pagar una buena multa.
- Cuando vamos a algún acontecimiento masivo. Por ejemplo, un concierto al que van a acudir miles de personas. Si dejamos el coche en un parking tendremos la seguridad de que va a estar a buen recaudo y de que no lo vamos a encontrar bloqueado cuando nos queramos ir. En este tipo de eventos es normal que la gente acabe dejando los coches en cualquier sitio aunque eso suponga que otros vehículos no puedan salir.
- Cuando vamos a estar varios días en una ciudad. De esta forma, el coche queda seguro mientras disfrutamos de las vacaciones. Los parkings suelen tener ofertas para vehículos que estacionan durante días completos, por lo que el importe no va a tener nada que ver con dejar el coche durante horas sueltas. Compensa reservar unos días de parking y disfrutar de la plaza sin que tengamos que pagar cada vez que dejemos el coche por las horas correspondientes.
- Cuando vamos a viajar en avión. Dejar el coche en un parking, mejor si es uno de bajo coste que tenga un servicio al aeropuerto, es la mejor de las opciones. Algunas personas se arriesgan dejando sus vehículos cerca de los aeropuertos, pero lo cierto es que podría pasar que al volver, nos encontremos sin coche o con que este ha sufrido un robo o daños. De la otra manera, estaremos totalmente tranquilos y confiados para poder volver a casa sin sobresaltos.
- Cuando tenemos que hacer recados rápidos en nuestra ciudad. Muchas personas tienen que ir a realizar un recado corto al centro de la ciudad pero por no dejar el coche en un parking acaban convirtiendo la experiencia en una tortura. Pierden tiempo en buscar en dónde aparcar, acaban caminando largas distancias o se llevan una multa por dejar el coche donde no deben. Un parking es la mejor opción para llegar, hacer el recado e irse. La factura será muy pequeña.