Publicado por paco el

4 trucos para viajar en avión con niños pequeños

Viajar con un niño pequeño no es sencillo. No se trata solo de todo lo que hay que llevar encima para alimentarlo o cambiarlo, también de conseguir que se porte bien y sea lo menos molesto posible para el resto de los viajeros y también para uno mismo. Esto no solo se hace por los demás, también por el propio niño ya que, si está llorando e irritado, lógicamente es porque no se siente a gusto.

La manera más cómoda de llegar al avión con un niño es en coche. Así, antes de acudir a la terminal se le podrá dar de comer cómodamente y cambiarle si es preciso. El coche puede dejarse en un Parking low cost T1 barajas y el precio va a compensar mucho, por lo que no será un pequeño lujo este transporte en vehículo particular.

Si el niño es muy pequeño, asegúrate antes de subir al avión de que está cómodo. Ponle ropa que no le moleste, muda su pañal antes de subir y dale de comer. En muchos niños es muy efectivo ofrecerle una infusión de manzanilla o similar, que le ayudará a relajarse y estar a gusto. Es importante que no nos pongamos nerviosos los adultos, ya que notará esto y se alterará.

Siempre que sea posible, elige un asiento de pasillo. Así podrás salir al baño si es necesario o incluso podrás levantarte si el bebé necesita acomodarse en tu regazo o ser acunado sin tener que mover a otros pasajeros. No olvides llevar contigo su muñeco favorito o ese juguete que siempre le entretiene. Así, será mucho más fácil de calmar si se altera. Su mantita siempre es una buena idea, porque se sentirá en un ambiente más familiar.

Si el niño es un poco más crecido, explícale bien en qué va a consistir el viaje y haz que lo vea como algo emocionante y divertido. Si no está acostumbrado al transporte público cuéntale qué normas tendrá que cumplir y asegúrate de que lleva algo que lo mantenga entretenido. Tal vez sea un buen momento para permitirle jugar a algo que le guste en el teléfono.

No dudes en hablar con el personal de vuelo antes del despegue para indicarles lo que puedas necesitar, por ejemplo, calentar un biberón. Ellos tienen experiencia con niños a bordo y podrán incluso darte algunos consejos para que la experiencia sea la más placentera para ti y para el pequeño.