4 modelos de pendientes con los que sentirte elegante y diferente
- Los pendientes botón o bola. Son pendientes pequeños, normalmente planos, con forma de bolita o con una pequeña protuberancia. Es el caso de las típicas circonitas, las perlas u otros modelos que, si bien no son protagonistas del look escogido, sí aportan elegancia. Son un tipo de pendientes muy adecuados para el día a día, cuando se quiere apostar por una imagen profesional. Quedan muy bien con el pelo recogido, dando un toque de feminidad sin molestar o ser demasiado llamativos.
- El pendiente triple aro. Es una versión diferente de los típicos aros, pensada para quienes quieren algo un poco más original y que permita juego. Puedes encontrarlos en distintos tamaños de aros, tal como ocurre con las versiones simples. En algunos casos, en el aro central hay algún tipo de adorno o colgante. Son pendientes pensados para destacar un poco más, especialmente los más grandes. Los de mayor tamaño lucen muy bien con el pelo largo, ya que permiten que se vean incluso cuando hay una melena rizada. Los de menor tamaño son ideales para los semirrecogidos, ya que lucen muy bonitos, especialmente si los aros se ven de frente.
- Los pendientes colgantes. Son todo un clásico. Podemos encontrar pendientes colgantes ya en épocas muy antiguas. Es una de las primeras formas de adorno y por eso existen en una gran variedad de diseños y de materiales. Un ejemplo de este tipo de pendientes en sus versiones clásicas con los pendientes de azabache típicos de los artesanos de Santiago o los pendientes de joyería diseñados para las falleras valencianas. En sus versiones modernas las variaciones son tantas y tan numerosas que es imposible clasificarlos, pero siempre hay un modelo para cada tipo de mujer y para cada ocasión.
- Los pendientes adhesivos. Si estás pensando en algo barato y cutre olvídalo. Hay pendientes adhesivos de muy buena calidad y en materiales de primera. Están pensados para colocar en la nariz, sobre el labio a modo de lunar o en cualquier otro lugar en el que quieras lucir una joya pero sin agujerear la piel. Algunas mujeres los usan también en las orejas para evitar hacerse más de un agujero o cuando, por la razón que sea, no pueden hacerse ninguno. Son perfectos para looks nocturnos donde la imaginación y la fantasía tienen su mejor momento.