Publicado por paco el

3 recetas de pulpo realmente deliciosas

Si hay un plato al que le sienta especialmente bien el proceso de congelado este es el pulpo. Es un producto absolutamente delicioso pero la carne es dura y tiene que ablandarse para poderse consumir con placer. Para lograr ablandar la carne hay dos caminos: antiguamente, el pulpo se mazaba, es decir, se golpeaba con un mazo para romper las fibras de la carne y que esta ablandara. El segundo de los caminos y el más cómodo, es contar con un buen distribuidor de pulpo congelado ya que en este proceso, la carne también se ablanda y se vuelve más deliciosa. Una vez que se cuenta con el pulpo congelado, estas son algunas recetas que se pueden elaborar.

  1. Pulpo “a feira”. Es la receta gallega más conocida para el pulpo, tanto es así que en muchos sitios se conoce como pulpo a la gallega. Es muy sencilla de realizar pero es capaz de realzar el sabor de este producto y de hacer que se convierta en el mejor manjar. Una vez descongelado el pulpo, se cuece hasta que se puede pinchar fácilmente pero sin quedar blando. Se corta y se aliña con aceite de oliva virgen, sal gorda y pimentón picante de calidad. Si se quiere saborear todavía más, puede acompañarse de un vino Albariño.

Es muy habitual acompañar el pulpo con “cachelos”, esto es, patatas cocidas con la pela y partidas a la mitad. Estas patatas, que se cuecen en el mismo agua del pulpo, están tintadas y tienen el gusto particular que le aporta este líquido.

  1. Pulpo en salsa. Es una manera de hacer pulpo muy popular en muchos lugares. Se cocina el pulpo guisado como si fuera pota o calamar. El sabor del pulpo casa muy bien con el pimiento, que puede añadirse generosamente al guiso. Se acompaña con patatas cocidas en el mismo guiso, las cuales tienen un gusto muy particular al mezclarse con el sabor del pulpo.
  2. Croquetas de pulpo. Si te sobra pulpo de alguno de los platos que hemos propuesto, algo que no creemos que sea habitual pero que puede ocurrir si se hace demasiada cantidad, la respuesta está en las croquetas. Esta preparación aguanta absolutamente todo y, por supuesto, también el pulpo. El truco está en trocearlo mucho para que los pedacitos sean muy pequeños y fáciles de comer.

Algunas personas los pasan por la picadora para que el gusto de las croquetas sea el del pulpo, pero no aparezcan tropezones demasiado grandes o que pueden estar algo duros